¿Cuál es el significado del «bautismo en fuego» en Mateo 3:11?


Meaning baptism in fireUna nota escrita por el Dr. Jack Cottrell. Notas originales al texto han sido marcadas con obelisco (†). Notas agregadas por la traductora han sido marcadas con asteriscos (*).

 

 
PREGUNTA: Has hablado sobre bautismo en agua y bautismo en el Espíritu Santo, pero ¿qué del “bautismo en fuego” mencionado en Mateo 3:11 y Lucas 3:16?

RESPUESTA: En ambos de estos textos Juan el Bautista dice que cuando el Mesías viene, «os bautizará en Espíritu Santo y fuego».* El tema principal es si el bautismo en fuego es el mismo o separado y distinto del bautismo del Espíritu. ¿Dará Jesús solo un bautismo «en Espíritu y fuego»? ¿O dará dos bautismos, bautizando algunos en Espíritu y otros en fuego?

Muchos dicen que es el último. Dicen que Juan implica que su audiencia estaba dividida en dos grupos: aquellos quienes aceptarían al Mesías y serían salvos, y aquellos que lo rechazarían y se perderían. El Mesías sumergirá en el Espíritu Santo a aquellos que lo acepten y sumergirá en fuego a aquellos que lo rechacen, i.e., en el juicio ardiente del infierno. La evidencia principal para este punto de vista es la referencia inmediata al proceso de separar el trigo de la paja, después del cual, «quemará la paja en fuego inextinguible» (Lucas 3:17; véase Mateo 3:10, 12). Yo personalmente sostenía este punto de vista hasta que escribí mi libro sobre el Espíritu Santo, «Power from on High: What the Bible Says About the Holy Spirit» (College Press, 2007).** [El contenido de este artículo están basadas en las páginas 303-305 de este libro.]

Otros dicen que el bautismo «en el Espíritu Santo y fuego» es un solo bautismo. Ven el bautismo de Cristo «en el Espíritu Santo y fuego» como un evento salvífico singular. Alfred Plummer, en su comentario ICC sobre Lucas, declara su punto de vista preferido: «Más probablemente, el fuego se refiere al poder iluminante, encandilado y purificador de la gracia dada por el bautismo del Mesías . . . la purificación del creyente en vez del castigo del no creyente parece ser lo que se quería decir» (p. 95). Llegué a aceptar este punto de vista en el curso de escribir el libro que mencioné arriba.

Que el bautismo mesiánico con fuego es el mismo que el bautismo mesiánico en el Espíritu Santo solo tiene sentido si uno acepta la idea de que todos aquellos salvados en la era del Nuevo Pacto (desde Pentecostés) reciben el bautismo con el Espíritu, lo cual es verdaderamente el punto de vista que yo fuertemente defiendo. Así que Juan el Bautista está diciendo que el Mesías venidero bautizará a todo aquel que se haga cristiano en AMBOS: con el Espíritu Santo Y con fuego. Estos en realidad no son dos cosas muy diferentes; el último simplemente es un aspecto del anterior.

El argumento más fuerte para este punto de vista es la construcción gramática de la frase «en el Espíritu Santo y fuego». Aquí hay solo una preposición (griego, “en”, español “en”) gobernando los dos objetos directos, «así naturalmente indicando un bautismo compuesto de dos elementos» (Larry Chouinard, College Press, comentarion NVI sobre Mateo, p. 71). La regla de gramática griega que se aplica aquí es que si una preposición tiene dos objetos, los objetos son lo mismo o son muy parecidos. Si alguno piensa que tal “regla” gramatical no puede ser absoluta y obligatorio, debe recordar que Juan 3:5 tiene exactamente la misma construcción, i.e., «el que no nace de [“ek”] agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios». Muchos usan la regla de una preposición en Juan 3:5 para mostrar que no podemos separar nacer del Espíritu de nacer del agua (i.e., el bautismo). Si apelamos a la regla en Juan 3:5, consistencia nos requiere aplicarla de la misma manera en Mateo 3:11 y Lucas 3:16.

Si de verdad el bautismo singular aplicado por el Mesías es un «bautismo en el Espíritu Santo y fuego», entonces es claro que el “fuego” es el fuego de purificación y purga de pecados, lo cual es parte de la esencia misma de la obra salvífica del Espíritu de regeneración y continua santificación. El fuego no siempre es un símbolo de juicio e ira. Malaquías 3:2-3 dice, «Porque El es como fuego de fundidor y como jabón de lavanderos. Y El se sentará como fundidor y purificador de plata, y purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como a oro y como a plata, y serán los que presenten ofrendas en justicia al SEÑOR». En Zacarías 13:9 Dios dice, «Y meteré la tercera parte en el fuego, los refinaré como se refina la plata, y los probaré como se prueba el oro». (Véase también Isaías 4:4; 6:6-7; 1 Pedro 1:7.) También podemos recordar el fuego purificante que limpiará al universo de todo pecaminoso y así «regenerarla y renovarla» en los tiempos finales (2 Pedro 3:7-13; véase Mateo 19:28). De forma parecida, cuando el Espíritu Santo regenera al pecador, el «bautismo en fuego» purifica el alma dando muerte al hombre viejo de pecado (Romanos 6:1-6) y creando una nueva forma de vivir en el Espíritu. La morada interna del Espíritu luego continúa purificándonos dándonos poder para darle muerte a las obras pecaminosas de la carne (Romanos 8:13).

 

 

NOTAS:

* Versión Reina-Valera 1960
** Poder desde lo alto: lo que dice la Biblia sobre el Espíritu Santo

 

 

Pueden encontrar las notas originales del Dr. Jack Cottrell buscando su página en Facebook. Para ver el artículo original, haga clic AQUÍ.

La versión de la Biblia usada en este artículo es la LBLA (La Biblia de las Américas), a menos de ser específicamente notado.

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11 Comentarios

  1. Agradeciendo a Dios por todo este labor Ministerial, que Dios le dio a Usted mi amdo siervo espero que sea un instrumento útil para Dios todo poderoso, es muy interesante el tema para nuestra vida Espiritual que no tengamos mas confuciones en interpretar la bendita palabra de nuestro Señor Jesucristo.

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  2. Interesante tu interpretación, pero resulta que a todas las personas carismáticas que he conocido durante 30 años practican los pecados mas ruines que te puedas imaginar: son adúlteros, estafadores, mentirosos, mediocres, vividores y muchos viven enfermos y otros murieron muy jóvenes. El cristianismo verdadero se vive todos los días en santidad. Te recomiendo que leas el libro «Fuego extraño» de John Mc Arthur, te vas a sorprender de lo que significa ser salvo.

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    1. Federico ciertamente he visto carismáticos y ortodoxos practicando los pecados que mencionas, sin embargo, la verdad escrita en la palabra permanece intacta. Porque pensar que sólo los carismáticos fallan es una aberración que nace del sectarismo

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    2. Entonces la gracia de Dios no sirve de nada?
      De nada sirve fijarse en la vida ajena, todos debemos vivir en la gracia y hacerla extensiva al igual que la misericordia. La santidad por otro lado es un proceso personal de reconocer sus errores y no volver a cometerlo por amor a Dios y al prójimo.

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  3. I. ¿Se refiere a Hech. 2:3, «lenguas repartidas, como de fuego»?

    A. Hech. 2:3 no dice «lenguas de fuego», sino «lenguas … como de fuego». Hay diferencia entre el fuego y algo que es semejante al fuego.

    B. Además, según esta idea las lenguas repartidas como de fuego se identifican con el Espíritu, pero Mat. 3:10-12 presenta un contraste entre el bautismo en el Espíritu Santo y el bautismo en fuego.

    C. Juan habla en la misma frase del bautismo en el Espíritu Santo y en fuego, pero no hay indicación alguna de que los dos bautismos fueran administrados al mismo tiempo, ni en Mat. 3:11 ni en el texto paralelo, Luc. 3:16. Es necesario recordar esto para poder entender el asunto.

    D. Cuando Cristo repite la promesa del Espíritu Santo a los apóstoles (Hech. 1:5), dice que «vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días». Sin embargo, no dice nada del bautismo en fuego. No dice, «vosotros seréis bautizados con fuego dentro de no muchos días». Ni Juan ni Cristo prometieron este bautismo a los apóstoles.

    II. ¿Se refiere el bautismo en fuego a las pruebas severas de los cristianos?

    A. 1 Ped. 4:12 dice, «Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido». Mat. 20:22, 23, Jesús habla del bautismo con sufrimiento, es decir, El y también los apóstoles fueron «sumergidos» en el sufrimiento. Apoc. 7:14 dice, «Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero», como si hubieran salido de un «bautismo» de sufrimiento.

    B. Pero no hay nada en el contexto de Mateo 3:11 que indique que el «fuego» de este versículo se refiera al fuego de prueba.

    III. ¿Prometió un bautismo en fuego para purificar al pueblo?

    A. Algunos citan Malaquías 3:2, 3 para probar que el bautismo en fuego significa que la predicación del Mesías iba a purificar y refinar al pueblo como «fuego purificador, y como jabón de lavadores».

    B. Pero ¿a quién se refiere Mal. 3:2, 3? Dice el ver. 1, «yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí … él es como fuego purificador». Este texto se refiere al ministerio de Juan el bautista, pero Juan se refiere al ministerio de Jesús.

    IV. Cuando Juan dijo «os bautizará en Espíritu Santo y fuego», ¿habló de un solo bautismo que sería para todos?

    A. Algunos creen que el pronombre «os» se refiere a toda la gente que le escuchara, es decir, que él promete que Jesús iba a bautizar a todos en el Espíritu Santo y fuego.

    B. Pero según Marcos 1:8, «el os bautizará con Espíritu Santo». Marcos no menciona el fuego, pero si Juan hubiera hablado de un solo bautismo — en Espíritu Santo y fuego — entonces Marcos habría mencionado los dos. La omisión del fuego en Mar. 1:8 indica que Juan habló de dos bautismos.

    C. Juan dice, «os bautizo en agua», pero él no bautizó a todos en agua, ni tampoco bautizó Jesús a todos en Espíritu Santo y fuego. Muchos rechazaron el bautismo de Juan (Luc. 7:30). Cuando vio «que muchos de los fariseos y saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?» No bautizó a los tales.

    D. Además, ya hemos visto que Juan no se dirigió solamente a los apóstoles, porque cuando Jesús repitió la promesa del bautismo con el Espíritu Santo a los apóstoles (Hech. 1:5) no dijo nada acerca del bautismo en fuego.

    E. Juan no habló solamente a los que se bautizaron, sino a todos los que habían llegado para escucharle. El reprendió a los fariseos y saduceos (ver. 7), exigió «frutos dignos de arrepentimiento» (ver. 8), les advirtió que no debieran confiar en su relación física con Abraham (ver. 9), y luego les habla del juicio de Dios (ver. 10). Entonces sigue el ver. bajo consideración: el ver. 11. Juan se dirige a dos clases de gente, algunos que serían bautizados en el Espíritu Santo y algunos que serían bautizados en fuego. El pronombre «os» no es universal, no se refiere a todo el mundo. Juan no afirma que todo el mundo será bautizado con el Espíritu Santo o con fuego, sino que usa el pronombre «os» en forma indefinida y significa que entre aquel grupo de gente algunos serían bautizados en el Espíritu Santo y algunos serían bautizados en fuego.

    F. En los vers. 10 y 12 Juan claramente habló de dos clases de gente. Igualmente habla de la separación de los malos y buenos. Por lo tanto, en el ver. 11 hay dos bautismos para indicar bendiciones para los fieles y castigo para los infieles.

    V. Entonces ¿qué es el fuego?

    A. El contexto indica que el fuego será el instrumento de castigo en el Día Final.

    B. El versículo anterior (ver. 10) dice, «Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego». Obviamente esta afirmación se refiere al juicio sobre los infieles. El dijo (ver. 8) que los judíos no deberían confiar en su relación física con Abraham, sino que deberían llevar frutos dignos de arrepentimiento. Entonces en el ver. 10 Juan explica lo que pasará con los que no llevan frutos dignos de arrepentimiento: serán echados al fuego.

    C. El ver. 12, o sea el versículo que sigue a la referencia al bautismo en fuego, dice: «Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá la paja en fuego que nunca se apagará «.

    D. La palabra «fuego» aparece tres veces en tres versículos. Sin lugar a dudas en los versículos 10 y 12 la palabra «fuego» se refiere al castigo de los infieles. Por lo tanto, sería en extremo absurdo afirmar que la palabra «fuego» mencionada en el ver. 11, en medio de los versículos 10 y 12, se refiriera a otra cosa diferente.

    E. El ver. 12 contesta la pregunta, «¿Cuándo será administrado el bautismo en fuego?» Se refiere al juicio final cuando el Señor «limpiará su era»; es decir, hará la separación final entre los fieles e infieles.

    F. Otros textos que enseñan la misma verdad son los siguientes: Mat. 10:28; 13:41-43; 25:35-46; 2 Tes. 1:7-9; Apoc. 12:14, 15; 20:11-15; 21:8.

    G. Al leer Mat. 3:11 sin tomar en cuenta otros textos sería posible concluir que los dos bautismos debieran ser administrados al mismo tiempo, pero Juan se refiere al futuro sin indicar el tiempo del cumplimiento de estos dos bautismos.

    VI. ¿Cuál es, pues, el pensamiento principal en la referencia al bautismo «en Espíritu Santo y fuego»?

    A. Juan enfatiza el contraste entre él y Cristo. Dice que Cristo es superior a él. Dice el texto, «Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego». Los sirvientes más humildes (los esclavos) se encargaban de llevar el calzado de la gente. Dice Juan que él no se sentía digno de hacer el papel del sirviente más humilde para llevar el calzado de Jesús.

    B. Para ilustrar la superioridad de Jesús él habla del bautismo en agua que él (Juan) administraba y dice que Cristo iba a administrar otros bautismos más importantes, los que Juan no podría administrar. Ningún hombre puede administrarlos. Esto demuestra claramente que Cristo es superior a Juan.

    C. Juan siempre habló con toda franqueza de la superioridad de Cristo. Véanse también Juan 1:19-27; 3:26-30. Es cierto que Juan nació primero y comenzó su ministerio primero. «Este es el que viene después de mí», pero El «es antes de mí» (Juan 1:27).

    D. Muchos judíos se maravillaban de Juan y su ministerio. Creían que tal vez él era el Cristo (Luc. 3:15) o, por lo menos, algún profeta muy importante, pero él sabía que de muchas maneras la obra de Jesucristo sería muy superior a la suya, y les quería convencer de esto.

    E. Muchos hablan del bautismo en el Espíritu Santo y el bautismo en fuego sin fijarse en este pensamiento principal presentado por Juan.

    Conclusión.

    A. La mejor manera de entender una profecía o predicción es observar su cumplimiento. Hechos capítulos 2 y 10 son los únicos ejemplos del bautismo en el Espíritu Santo.

    B. En estos no se dice nada de «fuego», por lo cual sabemos que este bautismo es reservado para los infieles en el Día Final.

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    1. B. Pero ¿a quién se refiere Mal. 3:2, 3? Dice el ver. 1, «yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí … él es como fuego purificador». Este texto se refiere al ministerio de Juan el bautista, pero Juan se refiere al ministerio de Jesús.??????

      Juan el Bautista preaparó el camino para el Señor, pero él no tenía el poder para purificar como fuego….tomemos en cuenta la primera y la segunda venida de cristo….Nunca se habla de nada parecido como decir que Juan el bautista purificaría con fuego o algo parecido…..ahí te equivocas en tu interpretación, amigo…Aún en Isaías 40, cuando se habla de la voz que clama en desierto, Juan solo anuncia, prepara el camino a aquel que puede purificar…

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  4. amen, hno, yo no podía entender, el capitulo, de mateo,3;11) y con todo respeto, lo que conpartio mi hno, en el primer episodio, no quede muy convencido, porque se contradijo mucho, pero usted, gloria a DIOS, supo desifrar el capitulo, muy bien y entendible, y si asi ees Espiritu Santo me lo confirmo, por medio de su palabra en usted, gracias bendiciones.

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  5. La santidad envuelve dos aspectos y aún un tercero que sólo aplica a Dios. La santidad de posición o delante de Dios – al ser apartado del mundo para dedicarse a servir a Dios. Se logra a través de la sangre de Cristo. Así Dios nos ve a través del Calvario. Siendo crucificado con Cristo al yo o la vida egoista, al recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.

    Luego la santidad de carácter es algo progresivo según Dios obra en nuestro caracter y nos rendimos a El. Es una obra en proceso, pues aún no tenemos cuerpos glorificados – pagado ya por Cristo en la cruz. Llevando esos asuntos a la cruz.

    La santidad como algo sin pecado o nunca haber pecado… solo Dios.

    Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
    1 Juan 2:1

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