Distinciones de la gracia #1

Un artículo escrito por el Dr. Jack Cottrell. Puedes visitar su blog original AQUÍ.

Citas bíblicas tomadas de La Biblia de las Américas, a menos de ser específicamente notada otra versión.

Tengo un proyecto en mente que muchos de ustedes encontrarían de ayuda.  Es algo que no he hecho antes.  Normalmente, me espero a que algún amigo en Facebook me haga una pregunta y luego yo intento responderlo.  Muchas veces, haré referencia a algo que ya he escrito.  Pero esta vez, tomaré yo mismo la iniciativa.  Tengo el plan de publicar más o menos diez ensayos cortos como una introducción al tema de la gracia.  Los publicaré, tal vez uno al día.  Están en una secuencia deliberada, así que deben ser leídas y estudiadas en secuencia.  El formato es para explicar una serie de diez distinciones que son importantes para entender la gracia.  El material ha sido tomado de un resumen que usé como la introducción de mi clase en seminario sobre la gracia.  Para más detalles sobre ellos, véase me libro “Set Free!  What the Bible Says About Grace” [“¡Puesto en libertad!  Lo que dice la Biblia sobre la gracia”] (College Press, 400pp.).  Yo aquí no estoy intentando tratar con todo lo que tiene que ver con el tema.  Así que—¡estén atentos!  ¡Tal vez les dará ganas de recibir más!

DISTINCIONES DE LA GRACIA #1—por Jack Cottrell

En mis momentos más jocosos, pienso en la teología como EL ARTE DE HACER DISTINICIONES.  Verdaderamente, un entendimiento correcto de la doctrina bíblica nos requiere hacer distinciones apropiadas dentro y entre conceptos claves.  Esto es especialmente cierto sobre la doctrina de gracia.

Aquí propongo presentar una serie de estudios presentado diez de las distinciones más importantes, teniendo un entendimiento apropiado de la gracia.  Algunos de estos podrían sorprenderte que tienen relevancia con la gracia, y algunos que no encontrarás en ningún otro lugar.  Presentaré estos mini ensayos, uno a la vez.

I. DIOS COMO CREADOR y DIOS COMO SALVADOR.  Primero, debemos poder distinguir entre dos de las maneras principales en las que nos relacionamos con Dios.  A veces, nos relacionamos con Dios como nuestro CREADOR, y a veces no relacionamos con él como nuestro SALVADOR.  Aquí podemos considerar que, en un sentido, Dios usa dos sombreros.

En el primer lugar, debemos pesar en Dios como nuestro Creador y en nosotros como sus criaturas.  Isaías 33:22 nombra algunas de las cosas que Dios hace en su rol perpetuo como Creador: “Porque el Señor es nuestro juez, el Señor es nuestro legislador, el Señor es nuestro rey; Él nos salvará.”  Véase también Santiago 4:12, “Solo hay un dador de la ley y juez.”

Como nuestros Creador, Dios es dueño absoluto y tiene autoridad absoluta sobre nosotros; Él es nuestro Gobernador y Rey.  En este rol, es el Dador de Leyes—nos da a nosotros, sus criaturas, mandamientos de ley que tenemos la obligación absoluta de obedecer.  Estos mandamientos cubren áreas de ética y adoración.

Todo esto es verdad, y se aplica de manera completamente separada de cualquier consideración del pecado y salvación.  Antes que entrara el pecado, la relación de Dios con Adán y Eva de Creador y Criatura.  Incluso después de que el pecado ha entrado, mucha de nuestra relación con Dios es de Creador y Criatura.  Esto incluye nuestra obligación de someternos a su señorío y de obedecer sus mandamientos.

En segundo lugar, ya en verdaderamente somos pecadores, también debemos de pensar en Dios como nuestro Salvador.  En esta relación de Salvador y pecador, Dios nos redime de la culpabilidad y castigo de nuestro pecado mediante la obra de Jesucristo.  Como nuestro Salvador, también sana la pecaminosidad que corrompe nuestras mismas naturalezas, principalmente por medio de la obra de la morada del Espíritu Santo.

Aquí está un punto clave: en algunas partes o circunstancias de nuestras vidas, nos relacionamos con Dios principalmente como Creador y criatura.  Como nuestro Creador, Dios es nuestro Rey, Dador de Leyes, y nuestro Jueza.  Pero en otras partes de nuestras vidas, nos relacionamos con Dios principalmente como Pecador y Salvador, en cualquier lugar que trabaje como Redentor y Sanador.

Como Creador y Salvador, Dios siempre es AMBOS para nosotros.  No es el caso que a veces es nuestro Creador y a veces es nuestro Salvador.  Siempre es nuestro Creador y siempre es nuestro Salvador.  Pero es muy importante poder discernir cuáles aspectos de nuestras vidas se relacionan con Dios en el primer rol (p.ej. obedecer los diez mandamientos) y cuáles se relacionan con Él en el segundo rol (p.ej. prepararnos para el cielo).

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