El ENCANTO de transmitir enseñanzas

EL ENCANTO  Recientemente, uno de mis autores y profesores favoritos, el Dr. Jack Cottrell, dejó un post en su página de Facebook.  Me encantó lo que dijo, y tuve el gran anhelo de compartir su comentario.  Comentó lo siguiente:

«Recientemente subí un bosquejo de un sermón en mi página de Facebook, y varios hombres comentaron que probablemente usarían esto de alguna manera.  He aquí mi respuesta a eso:

¡Me alegra escucharles decir esto!  Les hago un trato: ¡QUIERO que ustedes—y cualquier persona—use o predique este sermón (y otros sermones o lecciones que he escrito) en cualquier contexto que lo encuentren apropiado!  Hay una idea bastante dañina que da vueltas entre predicadores de hoy, esto es, que uno no puede ser un buen predicador a menos que crea o componga todas sus presentaciones desde cero.  En otras palabras, uno no debe simplemente adaptar una lección o sermón que otra persona ha escrito.  Ahora, puedo ver que esto se aplica si uno está copiando sermones sin evaluar el contenido o que tiene el hábito continuo porque no le gusta hacer trabajo.  Pero también creo que esto puede anular el propósito del don espiritual de enseñanza que da el Espíritu Santo (Romanos 12:7; Efesios 4:11; 1 Corintios 12:29).  ¿Para qué he pasado ¾ de mi vida estudiando, enseñando y escribiendo, si todos se van a sentir culpables de transmitir a otros lo que yo les transmití a ellos?  Sí, es bueno ser original, pero no es malo usar los materiales (Bíblicos) de otras personas.  Así que, ¡POR FAVOR!  ¡Usen todo lo mío que puedan!  No me importa recibir el crédito por ello, pero por su propia honestidad, deben darlo.

Anécdota:  alguien me envió un mensaje la semana pasada que había usado algo mío en un sermón y me dio el enlace.  Fui al sitio web.  La introducción nombró a varios escritores que el predicador había usado al preparar su sermón, incluyéndome a mí.  Lo escuché todo (lo cual es inusual para mí), y luego fui al lugar en mi comentario de Romanos que él había usado y este predicador estaba predicando mis ideas—¡pero de una manera más clara y relevante del que podría hacerlo yo!  ¿Estaba insultado?  ¡NO!  ¡Estaba ENCANTADO que estaba transmitiendo mi entendimiento de este texto bíblico a su congregación!  Así que, para cualquier persona que esté leyendo esto: ¡ENCÁNTENME!  (¡Pero no tienen que contarme!)»
—  Dr. Jack Cottrell

Me gusta este comentario, porque resuena con la misión que tengo yo también, como dueña y traductora de esta página.  El gran propósito de este sitio es de proveer información y enseñanza de sana doctrina a un costo cero para el que lo recibe.  Así que, tal como lo ha dicho el Dr. Cottrell, les animo a transmitir y utilizar cualquier cosa que aquí se les provee.  No hay regalo más grato para un sitio enfocado a la enseñanza de doctrina.

Saludos y bendiciones,
Raquel Boyce

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