Artículo escrito por el Dr. Jack Cottrell.
Meditación de la Cena del Señor: El regalo más grande
Escrito originalmente el 22 de diciembre, 2012
EL REGALO MÁS GRANDE: HECHOS 20:35—“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.”
Dejemos una cosa abundantemente clara: Jesús no dice que es malo o incorrecto recibir regalos. Simplemente dice que el que da es más bendecido que el que recibe.
Pero sigues siendo muy bendecido si estás del lado receptor de un regalo. ¡Es bueno saber esto, ya que es tiempo de navidad, y a la mayoría de nosotros nos gusta recibir regalos!
Déjame decirte algo sobre la palabra griega traducida como “bendecido”, que es makarios. Un significado común es “feliz”. En otras palabras, “aquellos que dan son más felices que los que reciben.”
(¡Podría significar “divertirse”, en el sentido de, “es más divertido dar que recibir”!)
Ahora una pregunta: ¿Cuál es el mejor regalo que recibiste para la navidad cuando eras niño? Para mí, eso es fácil: fue un set para armar (tamaño 8 ½; ¡con motor e imán!) Esa navidad, hace más de 60 años, ¡sin duda fui el niño más feliz en Stamping Ground, Kentucky! Pero si eso es verdad, no fui la persona más feliz en Stamping Ground; ¡fueron mis padres, por lo que dice Hechos 20:35!
Ahora, déjame cambiar la pregunta: ¿Cuál fue el mejor regalo que hayas recibido en cualquier lugar o cualquier tiempo? ¡Yo ya se lo que fue! ¡Y también fue un regalo de navidad! La razón por la que lo sé es porque yo también recibí el mismo regalo. Dios nos dio a todos el regalo de Su Hijo. ¡Juan 3:16!
De esto se trata la navidad, ¿no?
Pero hay más a este regalo: Dios nos dio a Su Hijo, pero ¿qué nos dio el Hijo mismo? Vean Mateo 20:28: ¡el Hijo del Hombre vino a dar su vida como rescate para muchos!
Este regalo que es más grande que cualquier otro regalo es lo que estamos recordando ahora, cuando participamos de la Cena del Señor.
De hecho, la misma noche en que Jesús nos dio la Cena del Señor, habiendo tomado el pan, dio gracias y lo partió y se los dio, diciendo, “Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19).
Mientras sostienes los emblemas en tus manos, piensa: “¡Estas representan el regalo más grande y más maravilloso que he recibido!”
¿Qué tan bendecido te sientes ahora? ¿Qué tan feliz?
Pero no olvides: El que da es más feliz que el que recibe. ¿Y quién es el dador? ¡Dios!
Así que, si el cuerpo y la sangre de Jesús son los regalos más grandes que has recibido, o que cualquier persona ha recibido, ¡deberías ser la persona más feliz del mundo en este momento!
No, espera—hay otra persona más feliz que tú—el dador del regalo que pronto sostendrás en tus manos: ¡Jesús el Hijo de Dios!
Pueden ver el artículo original AQUÍ. O visitar el blog del Dr. Cottrell AQUÍ.
Todas las citas bíblicas son de la Reina-Valera 1960 (RV1960).
Hermoso!! gracias!
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