Una porción de «Practical Commentary on Acts», por Dr. Donald A. Nash. Notas agregadas por la traductora han sido marcadas con asteriscos (*).
En Isaías 62:2, Dios le prometió a Su pueblo un nuevo nombre. El único lugar en el que se podría cumplir fue en Antioquía en Hechos 11:26. La profecía fue el clímax de un pasaje Mesiánico. Jesús mismo citó Isaías 61:1, 2 como cumplido en Él (Lucas 4:18, 19). La profecía no se refería a Hephzibah (Isaías 62:4) ni a ninguno de los 6 supuestamente llamados nombres en ese capítulo. Éstos simplemente son adjetivos descriptivos sobre el nombre que sería dado en el futuro cuando los Gentiles verían la gloria del pueblo de Dios, lo cual ciertamente no fue en ese tiempo. El cumplimiento de esta profecía debe ser encontrado en el Nuevo Testamento, lo cual es cierto de todas las profecías de Isaías del evangelio. El único evento totalmente apropiado que cumple esta profecía es aquel en el cual el pueblo de Dios bajo el Nuevo Pacto se le dio el nombre Cristiano. La promesa de un nombre nuevo aparece en dos otros lugares en Isaías (55:5; 65:15) así que esto ha de haber sido de importancia para el Padre.
Algunos preguntan si Cristiano fue el cumplimiento de la profecía, ¿porqué esperó Dios hasta este tiempo, varios años después del Pentecostés, para darlo? La respuesta es simple. La profecía dice que sería dado cuando los Gentiles vieran la justicia del pueblo de Dios y eso no ocurrió hasta que los Gentiles empezaron a entrar a la iglesia en grandes números en Antioquía, una ciudad de Gentiles donde la gente vio el poder de Dios manifestado en las vidas de los redimidos.
La gramática de este versículo parece indicar que el nombre Cristiano fue dado divinamente por medio de Sus embajadores, Pablo y Bernabé. Hay tres infinitivos en la oración en construcción de referencia general acusativa, en el cual aquellos haciendo la acción están en el caso acusativo, aunque los sujetos del verbo finito están en el nominativo. Para traducir tal sintaxis se cambia el acusativo a un sujeto nominativo y el infinitivo a un verbo indicativo. Los verbos aquí son “reunieron,” “enseñaron” y “llamó.” Bernabé y Saulo son el sujeto compuesto expresado como “ellos.”* El verbo “llamó” es activo y no pasivo como tradicionalmente se ha traducido “se les llamó.” Por lo tanto, “se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y llamaron a los discípulos Cristianos por primera vez en Antioquía.” Bernabé y Saulo serían los embajadores de Dios por medio de la inspiración del Espíritu Santo.
Se ha afirmado que la conjugación “te” en vez de “kai” en la última cláusula introduce un nuevo sujeto para “llamó.” He hecho un estudio exhaustivo de “kai,” y de “kai” y “te” como se usan en Hechos, y esto no resulta ser necesariamente verdadero. Pero aún si el análisis de arriba es incorrecto, aún debemos hacer que “Dios” sea entendido como el que está efectuando la acción de “se les llamó” y no la multitud pagana en Antioquía.
La palabra “llamó” aquí (chrēmatidzō) es poco común, apareciendo solo 8 otras veces en el Nuevo Testamento y siempre de un acto de Dios, por medio de un ángel, visión o directamente, traducido con varios términos. En Mateo 2:12, los Magos son “avisados” por Dios en un sueño; José también en Mateo 2:22. En Lucas 2:26, el Espíritu Santo “reveló” a Simeón. Cornelio fue “divinamente dirigido”** (NASB) en una vision (Hechos 10:22). Un erudita en Griego de Cambridge dice, sobre este versículo, que esta palabra y el sustantivo derivado de ello se refiere a un mensaje desde arriba (ver pg. 40). Se ha argumentado que la palabra en Romanos 7:3 no significa un acto de Dios, pero aún aquí la ley que “llama” a una mujer infiel adúltera es la ley de Dios. Moisés es “advertido” por Dios (Hebreos 8:5); Noé también (Hebreos 11:7); Dios “habla” desde el Cielo (Hebreos 12:25). Agregado a esto, el único lugar en que la forma sustantiva de esta palabra (chrēmatismos) aparece (Romanos 11:4), obviamente se refiere a un acto de Dios como todas la traducciones muestran, aún cuando la palabra “Dios” no está en el texto: “God’s answer” (KJV), “answer of God” (NASB), “divine response” (NIV), “God’s reply” (Phillips). ***
Adolf Deissman en su trabajo erudita, Light From the Ancient East (Luz desde el Antiguo Oriente) cita un ejemplo de la forma sustantiva en una inscripción en papiro y dice que es usado de “respuesta divina, como en otras partes se usa frecuentemente.” (pg. 53)
Kittle dice que la palabra primero fue “una expresión general de una acción oficial . . . Similar, lingüísticamente, a chroa, el dar un oráculo que ayudaba promulgar el uso religioso” de ello. (op.cit.Vol.IX, pg. 480)
De acuerdo a Schubart (Archiv v. p. 114) chrēmatidzō, “siempre denota una descripción oficial.” (Moulton and Milligan, Vocabulary of the Greek New Testament [Vocabulario del Nuevo Testamento Griego], pg. 692) Este hecho no encaja con la idea que el nombre Cristiano fue dado en burla por los paganos.
Eusebio dijo el nombre Cristiano vino “como si fuera de una fuente fresca y vivificante.” (Ecclesiastical History, (Historia Ecclesiástica) II, 111.3)
Es usado con aprobación en el Nuevo Testamento, como si fuera un nombre aceptado por creyentes. Agripa indicó su uso común cuando le respondió a la predicación de Pablo, “Por poco me persuades a ser cristiano.” (Hechos 26:28) Pedro lo aprobó en 1 Pedro 4:16 diciendo, “pero si alguno padece como cristiano.” Santiago (2:7) hace la declaración que otros blasfeman el real (K.J.), noble (NIV), bello (NASB)**** nombre “de aquel a quien ustedes pertenecen” (NVI). ¿No es este el nombre Cristiano?
¿No hay otros nombres para los seguidores de Cristo en la Escritura? ¡No! Discípulo no es un nombre; simplemente describe a creyentes como seguidores y aprendices. Debes agregar “de Cristo” para que un discípulo sea una designación de creyentes. En India la palabra discípulo es Sij y al ser usado ahí se refiere a los seguidores religiosos de Nanak. Hijos no es un nombre, sólo muestra nuestra relación a Dios. Hermanos no es un nombre, indica nuestra relación el uno al otro. Amigos no es un nombre en la Escritura (aunque se ha hecho uno); muestra nuestra relación con Jesús. Santo es tan sólo el sustantivo del verbo santificado y muestra nuestra naturaleza limpiada.
Para una presentación completa de el nombre Cristiano como un nombre universalmente aceptado tanto para el individuo y para la iglesia, véase el artículo en el Christian Standard (Estándar Cristiano), 19 de Febrero, 1978 o “The Name Christian” (El nombre Cristiano) en Problem Passages Probed (Pasajes Problemáticos Explorados), pg. 128.
El nombre Cristiano honra a Cristo, nuestro Señor. Significa que le pertenecemos a Él, le seguimos y le imitamos en nuestras vidas.
NOTAS
*Nota de traducción: La palabra “ellos” en Español no aparece, ya que queda implícita en un verbo de tercera persona plural. En Inglés los verbos no se conjugan de acuerdo a la persona, por lo tanto se debe incluir la palabra “ellos.” Esta palabra también sale escrita en el Griego Koiné (autous) y por lo tanto debe ser reconocida y señalada.
**Nota de traducción: La frase “divinamente dirigido” no aparece en ninguna traducción en Español. La Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH) tiene la palabra “ordenado” y en paréntesis “revelado” para indicar una orden divina. Las demás versiones cuentan con la frase “por un santo ángel” (o en la NVI, “un ángel de Dios”) para indicar una dirección divina. El Griego también indica tanto la palabra “chrēmatidzō” como la frase “santo ángel” (angelou hagiou).
***Nota de traducción: Respectivamente, las traducciones directas al Español van así– “respuesta de Dios” (KJV), “respuesta de Dios” (NASB), “respuesta divina” (NIV), “respuesta de Dios” (Phillips). Traducciones Bíblicas al Español dicen lo siguiente: “divina respuesta” (RV); “respuesta divina” (LBLA, NBLH); y “voz divina” (NVI). Tanto en Inglés como en Español, se indica una acción de Dios.
****Nota de traducción: todas las versiones usadas en la traducción de este artículo (RV, NVI, LBLA y NBLH) usan el mismo adjetivo para describir el “nombre” mencionado en Santiago 2:7—el adjetivo “buen.”
CITACIÓN:
NASH, D. A. (1995) Practical Commentary on Acts. (42-43) Grayson, Kentucky: Kentucky Christian College.