¿Puede un cristiano participar en una guerra?

Un artículo escrito por el Dr. Jack Cottrell.  Junio 2016.

Algunos cristianos han creído que la esfera del Reino de Dios y la esfera del gobierno civil, aunque amabas sean igual de válidas y necesarias, son mutuamente exclusivas.  Por lo tanto, ningún individuo puede desempeñarse en ambas al mismo tiempo.  Los pacifistas que consideran que estado está realizando una función necesaria aún lo consideran algo malvado o algo que por necesidad usa medios malvados para llevar a cabo sus propósitos.  Por lo tanto, cuando una persona llega a ser cristiano, solo puede entrar al Reino de Dios separándose del estado.  Uno debe elegir obedecer a uno o al otro; no puede hacer ambos.  Esto se aplica especialmente a la cuestión de participar en la guerra, lo cual casi siempre se hace en el nombre del gobierno civil.  Si una persona es cristiana, no puede actuar por parte del estado; por lo tanto, no puede participar de ninguna guerra bajo ninguna circunstancia.  Así dicen muchos cristianos.

Por otra parte, la mayoría de cristianos, yo incluido, han creído que aunque la iglesia y el estado son diferentes y realizan diferentes funciones, no están en conflicto el uno con el otro, sino que se complementan.  Los estándares de conducta que se aplican a individuos por una mano y al estado por la otra parte son distintas y diferentes, pero no son contradictorias y exclusivas.  Ninguno es más alto ni más noble que el otro.  Y tampoco se aplica uno a cristianos y el otro a no cristianos; ambas se aplican a toda persona.

Cuando alcanza las expectativas de los propósitos para el cual Dios lo ordenó, el gobierno civil no es malvado, ni que realizan una función malvada.  Es el siervo de Dios (Romanos 13:1-4); sus propósitos y deberes son apuntados por Dios.  Son CORRECTOS.  Y si las funciones del gobierno, incluyendo la guerra defensiva, son CORRECTAS (y lo son), entonces son CORRECTAS para el cristiano.  Las normas de Dios se aplican de igual manera a todas las personas; no son una norma exclusiva solo para cristianas (aunque los cristianos son los únicos que en realidad los honran).  Las normas para actividades civiles oficiales también se aplican a toda la gente por igual, creyentes y no creyentes.  Lo que es correcto que los no creyentes hagan en servicio del gobierno también es correcto que los cristianos hagan.

Así que, un cristiano puede participar en cualquier función legítima del gobierno, hasta la guerra si es que es defensiva.  Esta no es una violación de las enseñanzas de Cristo sobre la conducta personal.  (Esto significa que cristianos también pueden ser policías.)

La conclusión es que los cristianos pueden y deben responder al “llamado a armas” para participar en una “guerra justa”.  Como a los cristianos se les manda someterse a la autoridad civil, está mal rehusarse a registrarse para ser reclutado o negarse a ser reclutado si se requiere.  Siguiendo los principios bíblicos para desobediencia civil, sin embargo, un cristiano debe desobedecer la autoridad civil si le piden hacer algo malo.  El cristiano debe juzgar las actividades de su gobierno.  Si el gobierno le ordena participar en lo que discierne ser una guerra injusta, puede rehusar con buena consciencia (y aceptar las consecuencias).  A esto se le llama objeción selectiva consciente.  Es la única posición consistente con el concepto de “guerra justa”.  (Desafortunadamente, el gobierno de los Estados Unidos no reconoce la validez de esta posición.)

Aunque el pacifismo per se no es una posición bíblica, la consciencia de un pacifista—aunque esté mal informada—debe ser respetada.

Pueden encontrar las notas originales del Dr. Jack Cottrell buscando su página en Facebook o en su blog. Para ver el artículo original, haga clic AQUÍ.