
Un artículo escrito por el Dr. Rick Chromey. Para ver el artículo original, visite su blog: Vertical Church.
NOTA: Cada iglesia es guiada por tradiciones que guardan los matices doctrinales de una denominación, cuerpo religioso, o congregación. La mayoría de estas tradiciones son post-apostólicas y culturalmente sensitivas en origen y práctica. Muchas son inocentes y aceptables. Pero, ocasionalmente, algunas de estas tradiciones surgen que no contienen apoyo bíblico o histórico. De hecho, al ser profundamente considerados, estas tradiciones, ritos y actos espiritual sólo distraen, demora, desvían o distorsionan la cristiandad auténtica. No requiere de una licenciatura en Biblia para entender que estas tradiciones no son escriturales, pero que muchos cristianos aun así confían en su eficacia y las practican sin pensarlo más. En esta serie de artículos investigaré varias tradiciones así que han emergido en los últimos 150 años de cristianismo protestante evangélico.
La reforma de Martín Lutero dejó dos grandes, aunque contradictorias consecuencias: alfabetización y una tendencia de división.
Podíamos leer y pelear . . . especialmente entre nosotros.
Un tour de cualquier pueblo en los EEUU producirá innumerables opciones de iglesias. Católico romano. Griego ortodoxo. Episcopal. Luterano. Presbiteriano. Menonita. Cuáquero. Metodista. Bautista. Asambleas de Dios. Nazarenos. Evangelistas libres. Iglesia de Dios. Iglesia de Cristo. Iglesia cristiana (Discípulos). Adventistas del séptimo día. Iglesia de la alianza cristiana y misionera.
Como dice la vieja parodia sobre la Escritura, “Arrepiéntase y sea bautista, pues todos pecaron y no alcanzan la asamblea de Dios”. Por supuesto, eso genera una nueva pregunta: ¿Cuál tipo de bautista? Tan solo hay 94 sabores (y contando). Americano. General. Regular. Del sur. Conservador. Fundamental. De libre albedrío. Independiente. Y esos son solo los principales. En cuanto a los pentecostales, el Espíritu Santo no conoce fronteras denominacionales. Desde asambleas de Dios hasta la iglesia de Dios de profecía hasta capilla del calvario hasta Hillsong, es como Burger King: verdaderamente puedes tener tus dones carismáticos a tu manera.
El problema es que la última oración grabada de Jesús en este planeta fue pidiendo que sus hijos se llevaran bien. Oró por unidad: “Pero no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú Me enviaste” (Juan 17:20-21, NBLH).
Así que, ¿de dónde conseguimos todos estos nombres para las iglesias? Antes de considerar la Escritura, miremos la historia de la iglesia.
En 325 A.C., el consejo de Nicea se juntó para crear un credo cristiano estándar. El credo niceno fue ligeramente expandido y formalmente adoptado cinco décadas después en un segundo concilio en Constantinopla (381 A.C.). La versión modificada contenía una nueva frase: una creencia en la “santa iglesia católica”. La palabra “católica” significa universal (griego: kataholis o “según el todo”). Por supuesto, esta iglesia “universal” luego se romanizó, creando la primera contradicción eclesiástica: Católica Romana.
Algunos nombres de iglesias protestantes reflejan sus fundadores. Luteranos (Martín Lutero). Amish (Jackob Ammann). Menonitas (Menno Simons). Sin embargo, la mayoría de los nombres tienen raíz en una idea o práctica teológica. Presbiterianos son “guiados por ancianos”, ya que la palabra para anciano es presbuteros. Metodistas siguieron los “métodos” espirituales promovidos por George Whitefield, y Charles y John Wesley. Bautistas rechazaron el bautismo de infantes y se adhirieron a un “bautismo de creyentes” solamente.
Algunos nombres de iglesias suceden por incidente extraño. La Iglesia de Inglaterra fue fundada después de que Enrique VIII no logró anular su matrimonio por Roma. Seguía operando como una iglesia católica, pero con un poco de coraje protestante. El nombre anglicano llevaba consecuencias considerables durante la Guerra Revolucionaria, así que la “Iglesia de Inglaterra” en los EEEUU cambió a ser la “iglesia episcopal”. La “iglesia metodista libre” originó en 1860 así que pensarías que “libre” se referiría a una preferencia norteña en contra de la esclavitud, pero en realidad, fue principalmente una bofetada teológica a las iglesias metodistas que cobraban por sus bancas. Cuáqueros (Amigos) recibieron su sobrenombre cuando el fundador George Fox fue llamado ante un tribunal en 1650 por blasfemia y creó un “temblor”.*
Muchos nombres de iglesias son sensibles cultural o geográficamente. ¿Primera iglesia bautista o primera iglesia cristiana? Estos nombres fueron dados a la primera iglesia bautista o cristiana que llegara al pueblo. En los años 1800, las iglesias usaron las mismas tácticas que bancos para nombrar sus congregaciones. Primer banco nacional. En Cincinnati, hay un banco quinto tercero, una unión de los únicos bancos “quinto” y “tercero” que sobrevivieron. En la mayoría de pueblos pequeños, nunca hubo una “segunda” iglesia, así que el número “primero” quedó con muchas iglesias. En los años 1900, las iglesias empezaron a nombrarse por su calle, suburbio o pueblo. Iglesia cristiana Ten Mile. Iglesia metodista Deer Flat. Iglesia Cornwall. Amigos Meridian.
En la era de la televisión, los nombres de las iglesias llegaron a ser más visuales. La Viña. Oasis. The Pursuit (la búsqueda). Real Life (vida real). Otros usan nombres visuales bíblicos como la iglesia Cristo el Rey. Solomon’s Porch (el porche de Salomón). Mars Hill.
¿La ironía? Estas “marcas” reflejan el consumismo americano, la herencia denominacional, orgullo geográfico y necesidad legal más que ordenanza bíblica. En las Escrituras, no encontrarás ninguna iglesia en particular con ningún nombre en particular. Eso es porque no había cuarteles denominacionales. Nada de cartas de incorporación. Nada de marcas promocionales.
En el libro de Hechos, a los cristianos se les llama “cristianos” originalmente en Antioquía, pero esto sucede varios años después del pentecostés (Hechos 11:26) y cuando Pedro amonesta a sus lectores que “lleven el nombre” con gratitud (1 Pedro 4:16). Esto sugiere que aun si “cristiano” originalmente fue burla, el nombre después, talvez de malas ganas, fue tomada como una marca de honor.
El nombre más común durante el primer siglo claramente fue “discípulo” o “aprendedor”** (Hechos 6:1-2,7; 9:1,10,19,26,36-38; 11:29; 13:52; 14:20-22,28; 16:1; 18:23,27; 19:1,9,30; 20:1,30; 21:4,16). El uso de “discípulo” es interesante, ya que define no solo QUIÉN ES sino QUÉ HACE un seguidor de Cristo: aprender. Un aprendedor es alguien que continuamente está creciendo en percepción, actitud y estilo de vida. Un discípulo es un estudiante, alumno y aprendedor “siguiendo” a su maestro. Talvez es por eso que otro nombre más ambiguo temprano es “seguidor” (Hechos 5:36-37; 9:25; 17:34; 22:4; 24:14).
Una segunda etiqueta a través del libro de Hechos es “creyente” (Hechos 1:15; 2:44; 4:32; 5:12; 8:15; 9:31,41; 10:23,45; 11:1-2; 15:1-3, 5, 22, 23, 32-36,40; 16:2; 17:6,10,14; 21:25). Este nombre general ocurre ampliamente por todo el Nuevo Testamento, incluyendo 1 Corintios 6:5; 1 Tesalonicenses 1:7; 1 Timoteo 4:12; Santiago 1:9; 3 Juan 1:10. En un par de instancias la palabra “familia” también se agrega como como descripción (Gálatas 6:10; 1 Pedro 2:17; 5:9).
Colectivamente, en Hechos, el primer término usado para describir o marcar a estos seguidores, creyentes o discípulos es “el Camino”. Se describe a Pablo persiguiendo a aquellos que pertenecían al “Camino” (Hechos 9:2; 19:9; 22:4; 24:22) y claramente los definía como una secta del judaísmo (Hechos 24:14). Talvez esta etiqueta está arraigada en el camino descriptivo de ser un verdadero discípulo de Jesús quien enseñó que Él era “el Camino” (Juan 14:4-6). Después los discípulos Priscila y Aquila le enseñaron a Apolos “el camino” de Jesús (Hechos 18:26; 19:20).
Otro término colectivo y general es “iglesia” (ekklesía o “asamblea”). Sorprendentemente, la palabra “ekklesía” solo aparece dos veces en los evangelios (ambas veces en el evangelio de Mateo) y son citaciones directas de Jesús. “Iglesia” también es una expresión popular en Hechos (23 veces) y 1 Corintios (21 veces) y Apocalipsis (19 veces). La palabra “ekklesía” literalmente significa “los que son llamados” y era un término político para asambleas romanas. Cuando un emperador u oficial romano de alto rango viajaba por un pueblo, la gente se “ekklesía” (reuniría o haría asamblea) para rendir homenaje gritando “Cesar es Señor”. En la Palestina del primer siglo, un lugar importante político era Cesarea de Filipo. Talvez una de estas ekklesías había sucedido recientemente cuando Jesús miró a sus discípulos y les preguntó, “¿Quién dice la gente que soy?” Cuando Pedro confesó que Él era el Mesías o “Señor”, Jesús anunció que sobre esta profesión sólida construiría su ekklesía o asamblea (Mateo 16:13-18).
Para resumir, los términos “seguidor”, “creyente” o “discípulo” son las etiquetas reveladas en la Escritura para describir a partidarios de las enseñanzas de Jesucristo. “Cristiano” también es aceptable. Sin embargo, no hay otro nombre “partidario” o “denominacional” o “sectario”. En el Reino de Cristo, no hay bautistas, luteranos, presbiterianos, episcopalianos, católicos, carismáticos, pentecostales, metodistas, adventisas, cuáqueros/amigos, amish o menonitas. Eres un “creyente, seguidor, discípulo” o no lo eres. Demasiados cristianos trágicamente siguen en el “camino” de su denominación, ubicación geográfica o plan de mercadotecnia en vez de simplemente seguir en “el Camino” de Jesús.
También es una preocupación cuando redefinimos la “iglesia” en un lugar o tiempo (el tema de un futuro blog). La “iglesia” no es una instalación, una hora de servicio o cualquier otro lugar al que vamos. Una “iglesia” sucede cuando dos o más creyentes se juntas (hacen asamblea) en cualquier tiempo en cualquier lugar. Además, la Verdadera Iglesia no puede ser denominada por credo y todos los que siguen “el Camino” (enseñanza de Jesucristo) están incluidos. De hecho, la única declaración de credo que distingue a un seguidor de Cristo de todos los demás se encuentra dentro de un deseo paulino por la unidad (Efesios 4:4-6).
“Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también ustedes fueron llamados en una misma esperanza de su vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.”
Creo que esta declaración doctrinal temprana era el plan currículum que usaba el Camino para “capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:12-13).
Cristianos generalmente creen que algún día todas las etiquetas y nombres se disolverán en UN Nombre y que un día todas las denominaciones, sectas y marcas llegarán a ser UN Cuerpo.
Pero yo pregunto, ¿por qué esperar?
Si aquellos quienes siguen a Jesús el Cristo simplemente le siguieran sin agenda personal, lealtad denominacional/pastoral, deseo egoísta o espíritu divisorio . . . entonces talvez el oración de Jesús podría ser cumplida . . . todavía . . . hoy.
Por lo menos, esa es mi oración.
Notas del traductor:
*En inglés, la palabra “quake” significa “temblar”.
** Traducciones en español prefieren usar el término “discípulo”.