Un artículo escrito por el Dr. Jack Cottrell. Para leer el artículo original, visite su blog.
¿Y qué hay de los bebés—cuando son concebidos, mientras están en el vientre, o al nacer? ¿Están bajo la ley o bajo la gracia? Esta pregunta de hecho surge y se responde en Romanos 5:12-19, donde el pecado de Adán se contrasta con la cruz de Cristo. El tema siendo respondido aquí es simplemente este: ¿cuál de estas es más fuerte? ¿Cuál prevalece sobre el otro?
Por lo menos desde el tiempo de Agustín (fallecido en 430 D.C.), el mundo cristiano ha tenido la tendencia de enfocarse en lo que este texto dice sobre Cristo. La mayoría piensa que enseña la doctrina del PECADO ORIGINAL. ¿Qué significa esta frase? No se refiere a un acto, en otras palabras, no se refiere al primer pecado de Adán y Eva. “Pecado original” se refiere a una condición, la condición espiritual en la cual son concebidos y nacen los niños. ¿Cómo se entiende esta condición, y qué tiene que ver con Adán? De hecho, ¿existe tal cosa como el “pecado original”?
Primero, ¿cómo sabemos que este texto se refiere a los niños pequeños? Básicamente por causa de los versículos 12-14. Aquí Pablo dice que el pecado de Adán causa que todo mueran, “por cuanto TODOS han pecado” (aorista/tiempo pasado), AÚN “sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán”. El mejor entendimiento aquí es que el hecho que a veces hasta los bebés mueren no es porque pecaron personalmente, sino porque pecaron representativamente en Adán en el Jardín del Edén. (Véase mi comentario de Romanos sobre estos versículos.)
Así que, cuando Adán pecó, estaba actuando por parte de todos nosotros, como nuestro representante. La pregunta entonces es, ¿cómo afectó este pecado a toda la raza humana? En un nivel práctico, lo que está en juego aquí es el estado de los niños cuando son concebidos y cuando nacen. ¿Los niños comienzan su existencia en un estado de “pecado original”? ¿La “muerte” que nos trajo el pecado de Adán sobre nosotros incluye muerte espiritual y eterna?
1. LA DOCTRINA DE PECADO ORIGINAL
Recordaremos que el pecado causa dos problemas principales (la “doble maldición”): el problema legal de la culpabilidad y la condenación al infierno, y la condición espiritual de pecaminosidad o depravación. Los puntos de vista más tempranos de algún tipo de pecado original surgieron alrededor de 200 D.C., cuando algunos cristianos empezaron a creer que los bebés comienzan su existencia con una naturaleza (parcialmente) pecaminosa y depravada. A esta perspectiva luego se le llamó “semi-Pelagianismo” y algunos aún lo mantienen. (Esta fue la creencia de Alexander Campell. Véase lo que escribió en Christian System [Sistema Cristiano], capítulos 5-7.) Es un punto de vista más o menos débil del pecado original.
Fue Agustín quien desarrolló la doctrina completa del pecado original. Él dijo que los bebés comienzan su existencia no solo parcialmente depravados, sino en depravación TOTAL, queriendo decir que no tienen la libre voluntad de aceptar ninguna oferta de salvación que podría llegar a ellos después. Pero eso no es todo. También dijo que los bebés comienzan su existencia cargando con la plena culpabilidad y condenación del pecado de Adán, y por lo tanto van rumbo al infierno (a no de ser bautizados). Esta doctrina completa del pecado original fue aceptada por los Reformadores principales en el siglo 16, y sigue siendo una idea central en el luteranismo y calvinismo.
Esta doctrina se conecta con Romanos 5:12-19, porque este texto dice que todos MUEREN por causa del pecado de Adán, y esta “muerte” parece no solo incluir muerte física, sino también muerte espiritual (depravación total) y muerte eterna (condenación al infierno). El versículo 15 dice que el pecado de un hombre trajo muerte (de todo tipo) a “los muchos”. (“Muchos” en este pasaje no está siendo contrastado con “todos”, sino con “uno”. Se refiere a toda la raza humana.) Versículo 16 dice que el pecado que trajo juicio y condenación, que debe referirse en parte a la eternidad en el infierno. Versículo 17 dice que “reinó la muerte” por medio de un hombre. El versículo 18 dice que este pecado singular trajo “condenación a todos los hombres”. Versículo 19 dice que “por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores”.
El hecho es que ¡Pablo sí dice que todas estas cosas son traídas sobre la raza humana entera por causa del pecado de Adán!
El hecho es que ¡Pablo sí dice que todas estas cosas son traídas sobre la raza humana entera por causa del pecado de Adán! ¿Y ahora qué? ¿Cuál es la solución para este horrible legado de Adán? Defensores del pecado original han sugerido dos maneras por las cuales se pueden liberar a los infantes de esta condición. La primera y más temprana solución fue BAUTISMO INFANTIL. De hecho, fue por esta razón que originalmente se introdujo el bautismo infantil, al mismo tiempo que surgieron las ideas del pecado original (alrededor de 200 D.C.). Agustín solidificó este punto de vista; fue adoptado por el catolicismo romano, y después por los luteranos. (Muchos otros bautizan bebés por otras razones, según fue originado por Ulrico Zuinglio en los 1520, aun cuando creen en pecado original.)
La segunda respuesta para librar a los bebés del pecado original se encuentra principalmente en el calvinismo, a saber, la PREDESTINACIÓN. En otras palabras, todos aquellos quienes Dios incondicionalmente predestina a ser salvos serán librados del pecado original: solo ALGUNOS infantes son bautizados, y solo ALGUNOS son predestinados a ser salvos (en este punto de vista). Pero simplemente no le hace justicia a lo que está diciendo Pablo aquí SOBRE JESUCRISTO, y su GRACIA ORIGINAL.
2. LA DOCTRINA DE GRACIA ORIGINAL
La doctrina de pecado original que describimos antes pierde todo el punto de Romanos 5:12-19. Cierto, Pablo sí dice que la muerte, condenación y pecado vienen sobre TODO SER HUMANO por causa del pecado de Adán. Pero eso solo es parte de lo que dice, y ni siquiera es su punto principal. Necesitamos enfocarnos en “el resto de la historia” (como decía el locutor estadounidense, Paul Harvey), lo cual es esto: La clara enseñanza de Romanos 5:12-19 es que el acto singular de redención por el hombre singular Jesucristo no solo borra TODOS los efectos del pecado de Adán, sino MUCHO MÁS (versículos 15, 17). Por lo tanto, Pablo NO está enseñando la doctrina de pecado original, sino más bien a lo que podríamos llamar LA DOCTRINA DE GRACIA ORIGINAL.
El punto de Pablo es simplemente esto: SEA CUAL SEA lo que caería (o HUBIERA caído) sobre la raza humana entera desde su infancia como resultado del pecado de Adán, HA SIDO REMOVIDA para la raza humana entera como resultado de la obra salvadora de Jesucristo y por el regalo universal de gracia salvadora. Así que, cuando pensamos de la condición espiritual en la que con concebidos y luego nacen los infantes, debemos pensar en ellos como haber nacido NO en pecado original, sino en el estado de gracia original.
Así que, cuando pensamos de la condición espiritual en la que con concebidos y luego nacen los infantes, debemos pensar en ellos como haber nacido NO en pecado original, sino en el estado de gracia original.
Los mismos versículos en Romanos 5 (versículos 15-19) que dicen que todos los seres humanos recibieron consecuencias del pecado de Adán, dicen con aún más firmeza que todos los seres humanos recibieron consecuencias de salvación de Cristo. Las segundas completamente anulan las primeras. El versículo 15 dice que todos reciben muerte de Adán, pero todos reciben gracia y el don (de vida) de Cristo. (Para bebés quienes mueren, esta es una garantía de su futura resurrección redentora de entre los muertos.) Los versículos 16 y 18 dicen que todos reciben condenación de Adán, pero todos reciben justificación de Cristo. El versículo 17 dice que todos reciben muerte de Adán, pero todos reciben gracia, justicia y vida de Cristo. Versículo 19 dice que todos son hechos pecadores por Adán, pero son hechos justos por Cristo.
Todas estas bendiciones de gracia original han sido aplicadas a todos los descendientes de Adán, aún desde el principio, aún antes de que la cruz llegara a ser un evento histórico. Si no fuera por el “plan predeterminado” de Dios (Hechos 2:23) de enviar a Jesús a la cruz, gracias a Adán, todos los bebés SÍ HUBIERAN entrado a la existencia en pecado original: pecaminosos, culpables y condenados. En vez de eso, gracias a Cristo, todos los bebés entran a la existencia en el estado de gracia original: puros, libres e inocentes. Esto es verdad de todos los bebés, no solo algunos supuestos “elegidos” y no solo aquellos que han sido “bautizados”. Es universal y automático. (No resulta en salvación universal, ya que la gracia original solo borra los resultados del pecado de ADÁN, no los resultados de nuestros propios pecados personales. Los pecados cometidos conscientemente pueden ser removidos solo por la gracia aceptada conscientemente cuando uno escucha el evangelio.)
Aquí está lo que pienso yo sobre bebés y niños pequeños. Cuando llegan a la existencia, entran a un mundo gobernado por ley; pero ellos mismos están envueltos en un capullo de gracia. Como resultado, están bajo el sistema de la gracia, no el sistema de la ley, hasta que alcanzan la edad de responsabilidad. En ese punto, el capullo de gracia se disuelve, y los niños entonces son responsables por sus propios pecados personales y están bajo el sistema de la gracia. Ahora necesitan escuchar y responder al evangelio para ser salvos de las consecuencias de sus pecados personales. Si aceptan el evangelio, reciben el regalo de gracia personal (el “mucho más” en los versículos 15 y 17).
Para resumir, la odisea espiritual del individuo comienza con un pecado teórico original, el cual es anulado por la gracia original de Cristo, el cual (en la edad de responsabilidad) es anulado por pecado, el cual entonces puede ser cubierto por la gracia personal.
Parte 14: Una vez en gracia, siempre en gracia