Un artículo por el Dr. Jack Cottrell. Para leer el artículo original, visiten su BLOG.
PREGUNTA: Tengo un pariente que es Testigo de Jehová. Acepta que Jesús es el hijo de Dios, pero niega que él (Jesús) es Dios. ¿Cómo explicarías al Dios en tres personas?
RESPUESTA: Para detalles, véase el capítulo 3 de mi libro, “Lo que la Biblia dice sobre Dios el Redentor” (páginas 117-174). Aquí resumiré una sección de mi libro, “La fe una vez dada” (páginas 70-73):
Dios es UNO, pero también es TRES. Él es uno y tres al mismo tiempo. Esta es la doctrina de la Trinidad. No hay un término bíblico que signifique “trinidad”; por ejemplo, esta no es la connotación de la palabra “Deidad” de la Reina-Valera, ni de los términos griegos que ésta representa. Lo que sí encontramos es el CONCEPTO de la Trinidad en la Escritura, sin embargo.
¿Exactamente qué es este concepto? La doctrina clásica cristiana normalmente se resume así, que Dios es tres personas quienes comparten una esencia o sustancia. Una “persona” es un centro de consciencia con pensamiento y voluntad. Cada una de las personas tiene plena consciencia de sí mismo como un ser distinto de los otros dos, y de que existen en una relación interpersonal eterna con los otro dos. Llamamos a estas tres personas el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Aunque son tres, estas personas sin embargo son un Dios. Sea cual sea el significado del concepto de la Trinidad, no significa que la esencia de Dios de alguna manera está dividida en tres unidades distintas. Además, sea cual sea el significado del concepto de la Trinidad, no significa que hay tres Dioses separados; esto sería triteísmo.
Dentro del contexto de la Trinidad, que Dios es UNO significa que los tres centros de consciencia comparten una misma esencia o ser o sustancia divina. Esto no solo dice que comparten el mismo TIPO de esencia (lo cual sí hacen), sino que también comparten la misma esencia divina específica. Decir que el Padre, Hijo y Espíritu son una esencia significa que la totalidad de sustancia divina, el todo de “lo que signifique ser Dios” le pertenece a cada uno de ellos. La implicación principal es que cada uno es divino. En cualquier sentido en que el Padre es divino, así también lo son el Hijo y el Espíritu Sango. Todos los atributos de divinidad le pertenecen en igual manera a cada uno de los tres. No puede ser de otra forma, ya que comparten la misma esencia.
¿Sobre qué se basa la doctrina de la Trinidad? Se deriva solo de la revelación especial de la Biblia y generalmente no del Antiguo Testamento, sino del Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento tiene algunas pistas sobre la Trinidad, pero solo en el Nuevo Testamento llega a ser una conclusión inescapable la doctrina de la Trinidad.
El hecho específico que lo hace imposible para nosotros evitar la doctrina de la Trinidad es la enseñanza en el Nuevo Testamento sobre la deidad de Cristo. Si la Escritura no presentara a Jesús tanto como alguien distinto al Padre, pero a la vez siendo él mismo Dios encarnado, la cuestión de la Trinidad probablemente nunca hubiera surgido. Lo mismo es verdad en un grado menor en la presentación de la Biblia del Espíritu Santo como persona divina.
En adición a la enseñanza sobre la deidad de Jesús y del Espíritu hay varios pasajes vinculando las tres personas juntas en formato de fórmula que enfatiza su igualdad esencial. La fórmula bautismal en Mateo 28:19 es la más conocida e influyente de estas: “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (LBLA). Otra es la bendición en 2 Corintios 13:14, “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros” (LBLA). Véase también 1 Corintios 12:4-6 y 1 Pedro 1:2. Todos estos pasajes muestra que los cristianos tienen una relación redentora no solo con una deidad abstracta, sino con las tres personas quienes son el único y verdadero Dios.
Otros textos trinitarios son Romanos 15:30; 1 Corintios 6:11; 2 Corintios 1:20-21; Gálatas 4:6; Efesios 2:18; 3:14, 17; 5:18, 20; 1 Tesalonicenses 5:18-19; 2 Tesalonicenses 2:13; Tito 2:13; 1 Juan 4:13-14; Judas 20-21; Apocalipsis 1:4-5.
¿Es la naturaleza trinitaria de Dios algo que se manifiesta según se relaciona con el mundo, o es un aspecto verdadero de Dios mismo? De hecho, es ambas, como cristianos han afirmado por mucho tiempo. Se ve principalmente, sin embargo, en las varias relaciones y obras de las diferentes personas de la Trinidad hacia el mundo. Por ejemplo, Dios el Padre tiene previo conocimiento y elige (Romanos 8:29; 1 Pedro 1:12). El Padres también envía al Hijo y el Espíritu; Él nunca es el que es enviado (Juan 5:27; 14:26; 20:21). Por otra parte, solo Dios el Hijo se encarnó, vivió entre nosotros como ser humano, murió en la cruz, fue resucitado de entre los muertos y está sentado a la mano derecha del Padre como nuestro único Sumo Sacerdote y mediador. Por su parte, Dios el Espíritu es responsable por la obra de regeneración y santificación (1 Pedro 1:1-2), comenzando el día de Pentecostés (Hechos 2:38). También es el agente de inspiración (2 Pedro 1:21), incluyendo el hablar en lenguas (Hechos 2:4).
Pero en adición a las distintas obras redentoras por medio de las cuales se relacionan las tres personas divinas con el mundo, la trinidad de Dios también existe en la esencia divina en sí, totalmente separada de tales relaciones. A esto se le llama la Trinidad ontológica. Esta trinidad divina interna es la base para relaciones gratas y amorosas entre las tres personas desde la eternidad y para siempre.
Debemos estar en guardia contra negaciones heréticas de la doctrina de la Trinidad. Algunos niegan la unidad de Dios y afirman politeísmo. Esto es común entre religiones paganas, y es verdad del mormonismo y del armstrongismo. Otros niegan la trinidad de Dios, diciendo que solo hay una persona verdaderamente divina. Un ejemplo es el arianismo del cuarto siglo, lo cual enseñó que Jesús no es verdaderamente Dios, sino que es un ser creado. Los Testigos de Jehová son arianos modernos. Otra negación de la trinidad de Dios es cualquier forma del unitarianismo, lo cual dice que solo hay una persona divina. Un tipo de unitarianismo se llama modalismo, lo cual dice que en su naturaleza interna no hay distinciones dentro de Dios. Solo en sus relaciones externas con sus criaturas se ve que Dios asume diferentes modos o roles con tal de hacerse conocido y cumplir sus propósitos entre los hombres. Estos modos son sucesivos, no simultáneos. Por ejemplo, en los tiempos del Antiguo Testamento, la persona divina se reveló como Padre; luego se encarnó como el Hijo; ahora se relaciona con sus criaturas como el Espíritu. Un ejemplo moderno del modalismo es el “movimiento unicitario” entre algunos cuerpos pentecostales, también conocidos como pentecostales “solo Jesús”.
La doctrina de la Trinidad está llena de misterio. Que Dios es uno y tres al mismo tiempo está más allá de nuestra habilidad de entender completamente. Nunca debemos pensar que es absurdo o contradictorio, sin embargo. Eso sólo sería verdad si pensamos que Dios es uno y tres en el mismo sentido. Pero este no es el caso. Él es UNO en un sentido, en otras palabras, una esencia; y es TRES en otro sentido, en otras palabras, tres personas.