Un artículo escrito por Vinnie MacIsaac. Para leer el artículo original y otros, visite su blog– Simply Vinnie Blog.
Sí, leíste eso correctamente; por favor deja tu celular prendido en mi iglesia.
Y aquí diré por qué;
- Entendemos que probablemente es tu Biblia, Himnario, y método principal para comunicarte con otros durante el culto de una manera en la que no interrumpa a los que están sentados a tu alrededor.
- Entendemos que puede que necesites recibir mensajes del trabajo, hogar, o situaciones cruciales de la vida real.
- Entendemos que no vamos a retener tu atención siempre al 100%, pero confiamos en que te desviarás por lugares piadosos donde nosotros seamos faltos, o cuando estamos supliendo las necesidades principales de otra persona en ese momento. (Siente la libertad de leer tu Biblia o mi blog durante la hora de cuentos para los niños si no eres un niño.)
- Queremos que twitées en vivo a tus seguidores las ideas del sermón.
- Queremos que nos etiquetes cuando estés en el culto/evento/salida.
- Queremos que subas fotos y videos del culto a tu Instagram/Snapchat.
- Queremos que uses “Facebook Live” para grabar nuestra música/alabanza/sermón fantástico.
- Queremos que revises los datos que damos. No tenemos miedo a ser corregidos si nos equivocamos.
- Queremos “enjuvenecer” y acomodar a la gente que han crecido en la era digital nativamente, a diferencia de nosotros.
- Y último, pero no de menor importancia, confiamos en que tienes la madurez de poner tu celular en modo silencioso o vibración, tú solito, sin que tengamos que recordarte a cada rato, como si fueras un niño. Además, si no tenemos razón en este último punto, ¡estamos confiados en que la mirada fea que te de esa viejita al final de tu fila será suficiente motivación como para sólo cometer ese error una vez!
Nada es más insultante para aquellos quienes crecieron en la era digital que se les diga que apaguen sus celulares. Si no fuiste criado en esa era, puede que no entiendas que estás siendo maleducado y ofensivo hacia las personas si te paras frente a ellos y les dices que apaguen sus celulares al comienzo de tu culto.
Lo sé, lo sé, estás pensando, “Vamos, esta es la casa de Dios, ¿no pueden por lo menos guardarla durante la alabanza?» Pues, de una vez diles que apaguen sus cerebros y acepten cualquier cosa que les digas, que no tomen notas, que no usen su Biblia y que no interactúen con tu presentación.
Pew Research muestra que ya en 2015 el 92% de americanos tenían celulares. El 90% dijo que los usan consistentemente para trabajos diarios regulares, y más del 31% dijo que nunca lo apagan, ¡y un sorprendente 45% diciendo que casi nunca lo apagan! Sin mencionar que el 89% de personas usan su celular en salidas sociales regulares. Les guste o no, este es el mundo en el que vivimos. ¿Quieres, a propósito, hacer que el 42-92% de las personas sentadas en sus bancas se apaguen y dejen de prestarte atención? ¿Ese es tu plan para el crecimiento de tu iglesia?
Mira, ¡la gente no está sentada en su banca mirando Netflix, jugando juegos o visitando sitios subidos de tono! El 45% reportan que usan su celular para subir imágenes y videos de reuniones, más de 100 millones de usuarios en los Estados Unidos tienen la Biblia en su celular, desde 2017, y el 66% de los usuarios de la app de la Biblia usan esa app en la iglesia. Y aún así, tristemente, ¡una encuesta reporta que solo el 19% sienten que está bien admitir que usan su celular en la iglesia! ¡Eso es demasiado oprobio para un uso tan práctico de un celular!
¿Tu iglesia es pequeña y está en declina? El 44% de las iglesias que tienen una asistencia promedio de más de 250 usan Twitter (la cual es una de las plataformas menos utilizada por iglesias) y el 45-60% de los correos electrónicos de las iglesias se abren en smartphones! Y más del 70% de tus “competidores” ofrecen wifi gratuito a los miembros de la iglesia. Más del 54% de todos los adultos jóvenes prefieren hacer investigaciones religiosas fuera de la iglesia por internet (podcast, videos, blogs).

Aún así, muchos leerán esto y pensarán que estoy cediendo demasiado; que so demasiado progresivo, que soy uno de esos pastores mundanos, que me importa más llenar bancas que mantener estándares. A todos ustedes los críticos, solo tengo esto que decir, “¿Cuándo fue la última vez que leíste un rollo de pergamino?” Vamos, ¿qué eres? ¿Un liberal? ¡Oh, cediste mucho terreno! La iglesia temprana mantuvo todas sus escrituras, no en un libro, sino en rollos de pergamino. ¿Dónde están tus manuscritos escritos a mano? Ah, cierto, el mundo cambió para siempre el 22 de octubre, 1454, cuando la impresa de Gutenberg empezó a imprimir Biblias.
Pues, ¿adivina qué? Todo volvió a cambiar el 29 de junio, 2007, cuando Apple empezó a producir los primeros iPhones. Como a Brady Shearer y su amigo confiable, Alex Mills, del canal de YouTube Pro Church Daily les gusta recordarnos constantemente, estamos navegando por “El cambio de comunicaciones más grande que hemos visto en más de 500 años.” Por lo tanto, con humor yo digo: a menos que tengas disponible tu colección de pergaminos, “¡No juzgues el smartphone de tu hermano hasta que saques el pergamino de tu ojo!”
Si tu iglesia te está haciendo sentir culpable sobre tu uso de celular, deberías hacer algo tranquilo, práctico y lógico sobre ello. No, no te molestes con tratar de enseñarle a perros viejos trucos nuevos, haz algo con más impacto—como, por ejemplo, ven a mi iglesia, por lo menos hasta que estén listos para madurar y tomar en cuenta tu valor en el Cuerpo por causa de Cristo.