Un artículo escrito por Bob Russell. Para leer el artículo original, visitar su BLOG.
Hace muchos años, un hombre me dijo, “Cuando leo la Biblia, si está escrito en rojo, lo tomo más en serio que el resto porque esas son las palabras de Jesús.” Estoy escuchando el mismo tipo de razonamiento de algunos creyentes hoy. Muchas veces se expresa así, “Como Jesús no dijo nada sobre eso, no debe ser muy importante.”
La inferencia es la misma. Las palabras de Jesús (escritas en tinta roja en algunas versiones de la Biblia) llevan más peso que las palabras del Apóstol Pablo u otros autores bíblicos.
Ese es un mito que necesita ser desmentido. La verdad es que, sea cual sea el color de tinta que usen los publicadores, todas las palabras de la Biblia merecen nuestro completo respeto, porque todas vienen de Dios. Salmo 119:160 declara, “La suma de Tu palabra es verdad, Y eterna cada una de Tus justas ordenanzas.”
Jesús le prometió a sus discípulos que el Espíritu Santo les guiaría hacia toda verdad, y lo que ataran en la tierra también sería atado en el cielo.
Jesús dijo, “La Escritura no se puede violar” (Juan 10:35). Oró en Getsemaní, “Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
Eric Lyons escribió, “Tratar las palabras de Moisés, Pablo, Pedro y otros autores inspirados como Escritura de ‘segunda categoría’ es equivalente a decir que ‘La Palabra de Dios no es tan importante como la Palabra de Dios.’ El hecho es, ‘Toda Escritura es inspirada por Dios’ (2 Timoteo 3:16).”
Como Jesús fue/es Dios en la carne, hay un sentido muy real en el cual la Biblia entera es la palabra de Cristo. La cosa entera se podría escribir en tinta roja. Así que, sea cual sea el color que usen lo publicadores para las palabras de Jesús y otros autores bíblicos, todos merecen nuestro respeto completo porque todos vienen de Dios.
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¿Y qué dice la Biblia? 