Un artículo escrito por Hno. Alfredo José.
Se cree que durante el día 1° y 2 de noviembre las ánimas de nuestros muertos visitan a sus familiares, quienes adornan sus tumbas o les hacen altares en la sala de sus casas.
Estas ceremonias y los ritos dedicados a honrar a los muertos se remontan al México antiguo o prehispánico. Los mayas y los aztecas practicaban dos clases de ritos funerarios: la cremación y el entierro, y era la causa de la muerte o el rango social lo que determinaba cuál de los dos debía seguirse.
Los grandes personajes eran enterrados con toda solemnidad en cámaras subterráneas, sentados, ricamente vestidos y acompañados de sus armas. Los toltecas practicaban la cremación, en tanto que los pueblos mixteco y zapoteco cavaban tumbas para enterrar a sus personajes destacados.
Las funerarias nacieron en nuestro país por decreto del presidente Benito Juárez el 31 de julio de 1859, fecha en que la autoridad civil asumió la responsabilidad sobre los cementerios que antes tenía a su cargo la Iglesia Católica Romana.
Uno de los panteones más conocidos y que se ha convertido en un lugar cívico-cultural es el Panteón Civil de Dolores en la Ciudad de México, donde reposan los restos de 104 importantes personalidades mexicanas que otorgaron un valioso legado a nuestro país como los Constituyentes de 1917 o Las Águilas Caídas del Escuadrón 201.
La festividad del día de los muertos se divide en dos partes, la primera el día de todos los santos celebrada el 1° de Noviembre y la del día de los muertos del día 2 de Noviembre:
Día de Todos los Santos (1° de Noviembre): Este día se celebra la fiesta de todos los santos que, se supone, tuvieron una vida ejemplar así también de los que murieron siendo niños.
Día de los Muertos Adultos (2 de Noviembre): Este día se celebra la máxima festividad de los muertos en México. La celebración está llena de muchas costumbres. A las personas les gusta ir y llevar flores a las tumbas de sus muertos pero para otras representa todo un rito que comienzan desde la madrugada cuando muchas familias hacen altares de muertos sobre las lápidas de sus familiares muertos, estos altares tienen un gran significado ya que con ellos se cree que se ayuda a sus muertos a llevar un buen camino durante la muerte.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y se celebraba durante un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la «Dama de la Muerte» (actualmente relacionada con «la Catrina», personaje del caricaturista José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.
El altar
Es una tradición mexicana donde los vivos recuerdan a sus muertos. Las llamadas ofrendas deben contener una serie de elementos y símbolos que inviten al espíritu a viajar desde el mundo de los muertos para que conviva ese día con sus deudos. Generalmente colocan en el altar alimentos que eran de gusto y agrado del difunto: pan de muerto, plátanos, chayotes cocidos, chilacayote cocido con piloncillo, bebidas alcohólicas, tamales, calabaza cocida con piloncillo, guisados diversos, etc. En el altar no debe faltar las velas y veladoras encendidas, una mesa adornada con flores de cempasúchil (flor de muertos), palmas, hojas de plátano, manteles especiales y bien adornados, etc.
Es una celebración religiosa pagana en todo México en la que hay música, cohetes, y es el único día del año que en todos los hogares hay abundancia de alimentos.
¿Qué nos dice la Biblia?
“Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti” (Deuteronomio 18:9-12).
“Como la nube se desvanece y se va, así el que desciende al Seol no subirá; no volverá más a su casa, ni su lugar le conocerá más”. (Job 7:9-10)
“Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi liberación”. (Job 14:14).